Primeramente, hay que saber que esto requiere de muchísima autocrítica, ya que, sino, podría ser incluso hasta contraproducente (ya que podría generar malas costumbres). Lo ideal es siempre tener a alguien más para que pueda verificar los resultados obtenidos, y ver que no hayamos tenido graves equivocaciones.
Sacar las notas de una música: Es, a mi gusto, de lejos el mejor ejercicio. Sacar una música desarrolla el oído en todo sentido, además de que ayuda a la memoria, el toque, y todo lo concerniente al tema. Es indispensable hacerlo, para poder desarrollar a pleno nuestro oído. Eso sí, es bastante tedioso y difícil, pero con paciencia, se puede. Comienza por músicas fáciles, siguiendo su melodía primeramente.
Analizar cualquier música: Desde luego, a mayor complejidad, mejor. Primero, escucharla tranquilamente, luego intentar seguirla, intentar predecir la nota que le sucede, luego seguir a cada instrumento por separado, etc. Se aprende muchísimo con ésto, y luego, la percepción aumenta significativamente, lo cual hace que nos demos cuenta de detalles que antes los pasábamos totalmente por altos.
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